Una vez explicadas en entradas anteriores todas las materias primas necesarias (malta, agua, lúpulo y levadura), nos metemos en el mundo de la elaboración, de la magia que hace que esos cuatro componentes, acaben dándonos nuestra querida cerveza.
¿Qué vamos a necesitar? Damos unas pistas para que puedan experimentar a nivel casero, hay varias posibilidades, por un lado, con utensilios caseros se podría conseguir el equipamiento, o por otro, con acero inox que sería más profesional. Necesitamos:
Molino: para molturar la malta, es importante que esté diseñado para la malta ya que tiene que separar el grano de la cáscara sin producir harina en exceso y dejando la cáscara casi entera. Es mejor realizar la molturación en una zona aislada porque el polvo que se produce puede ser un foco de contaminación, con hacer más hincapié en la limpieza y desinfección es suficiente.
Caldera: en ella vamos a calentar y tratar el agua para obtener el liquor. Podría ser una olla de inox, cobre, o plástico resistente al calor, no se recomienda el aluminio. Puede calentarse directamente al fuego, o con una resistencia incorporada.
Caldera de maceración: se llevará a cabo la maceración, es decir, la digestión del almidón en azúcares fermentables y no fermentables, gracias a las enzimas que contiene el grano malteado.
Caldera filtro: obtención del mosto al separarlo del bagazo, éste, que contiene las cascaras del grano, actúa como una base filtrante. Hay varias posibilidades para hacer las dos calderas anteriormente explicadas:
* Dos cubos: blancos, de plástico resistentes al calor y aptos para uso alimentario. En el fondo de uno de ellos, se hacen agujeros de un milímetro, en el otro se instala un grifo cerca del fondo (a unos 2 centímetros), para finalizar se introduce el primer cubo dentro del segundo.
* Cubo con red: cubo de plástico blanco resistente al calor apto para el uso alimentario, con un grifo cerca del fondo, que en su apertura interior se le sujeta con un plato un estropajo de acero inoxidable, dentro del cubo se introduce una bolsa-red resistente con agujeros de 1 milímetro.
* Caldera de acero inoxidable, esmalte o plástico con una resistencia y un termostato: esta es la opción más cara, se pueden comprar en casas especializadas. En este caso, si no lleva filtro, habría que incorporarlo o idear un método de filtración.
Caldera de cocción: el mosto llega al punto de ebullición, se esteriliza, y se le otorga su amargor y propiedades antimicrobianas gracias a la adición del lúpulo. La opción más económica es una olla esmaltada calentada al fuego, pero si se pica el esmalte ya no vale, otra opción sería una cuba de plástico con resistencia incorporada, y lo más caro una cuba de inox con resistencia incorporada.
Tina de fermentación: una vez finalizado el programa de cocción, se enfría lo más rápidamente posible antes de introducirlo en la tina de fermentación. Se inocula la levadura que haya sido escogida. Se dará la primera fermentación de la cerveza, controlándose la temperatura y se liberará el CO2 generado por la levadura durante la fermentación.
Para hacer el enfriado, se puede, o bien introducir el fermentador con el mosto caliente en agua con hielo, o hacer un serpentín con cobre e introducirlo durante la ebullición para esterilizarlo y luego pasar por él, agua fría.
Luego, en cuanto al fermentador, lo ideal sería uno de inox, con base cónica, pero son caros, lo que más se utiliza es una cuba de plástico con una tapa hermética, en la que podemos poner una trampa de aire.
Sistema de embotellado: una vez finalizada la primera fermentación, se prepara el embotellado, de tal manera que debe darse lo más rápido posible, evitando el contacto y la introducción de oxígeno en la botella. Se necesita, un sistema para introducir la cerveza en la botella, que puede ser más o menos sofisticado, desde hacerlo con tubos de plástico para uso alimentario, hasta el punto de ser isobárica (embotellando con diferencias de presiones), también, se necesitan botellas, tapones corona y una máquina para ponerlos.
Otros instrumentos: para la elaboración de la cerveza se necesita además:
* Una pala para la maceración que actúa como agitador, tiene unos huecos que hacen que se oxigene el líquido.
* Un densímetro o hidrómetro para medir la densidad del mosto y calcular la cantidad de alcohol que tendrá la cerveza y para ver cuando ha terminado la primera fermentación. Para hacer las mediciones se necesita una probeta.
* Un termómetro, electrónico o de alcohol.
* Una balanza para pesar las materias primas.
* Papel pH o pHmetro, para medir el pH del mosto, la cerveza y el agua.
* Una trampa de aire que se coloca en los fermentadores para que se libere el CO2 y no entre ningún microorganismo o insecto.
* Filtros de lúpulo para quitar el lúpulo cuando trasiegas el mosto hacia la tina de fermentación.
CONCLUSIÓN: Para elaborar cerveza artesana es necesario disponer de un equipamiento, se puede conseguir de manera casera o comprarlos en tiendas especializadas, lo más importante es informarse e investigar. Recordad que pueden ver una fábrica especializada en la elaboración de cerveza artesana 100% natural, nosotros Cerveza Gredos S.L. realizamos visitas guiadas, pueden informarse en anteriores entradas o ponerse en contacto con nosotros, no lo duden y anímense.
Hola
me gustaria toner mas informacion , gracias